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viernes, 25 de junio de 2010

TERREMOTO ACORTÓ DURACIÓN DE LOS DÍAS


 
 El imponente terremoto de 8.8 grados que golpeó a Chile el pasado sábado pudo haber cambiado la rotación de la Tierra y acortado la duración de los días en nuestro planeta, dijo un científico de la NASA. El sismo, el séptimo más fuerte de la historia escrita, debió acortar la duración del día terrestre en 1.26 milisegundos, según Richard Gross, científico investigador del Laboratorio de Propulsión de la NASA en Pasadena, California.

"Tal vez lo más impresionante es cuánto giró el eje de la Tierra", dijeron oficiales de la NASA en una actualización el lunes. El modelo por computadora usado por Gross y sus colegas para determinar los efectos del terremoto de Chile encontró que el evento debió mover el eje de la Tierra en unas 3 pulgadas (8 centímetros).

Los terremotos más fuertes han alterado la duración de los días y el eje terrestre en el pasado. El terremoto de 9.1 grados que ocurrió en Sumatra en 2004, que provocó un mortal tsunami, pudo haber acortado los días en la Tierra en 6.8 microsegundos y variado su eje unas 2.76 pulgadas (7 centímetros).



El terremoto de Chile pudo haber corrido el eje de la Tierra


  No fue para menos. El poder del terremoto que devastó Chile fue uno de los más grandes de toda la historia.

Según un investigador de la agencia espacial estadounidense NASA, Richard Gross, que trabaja en el Laboratorio de Propulsión de dicho organismo, aquel monstruo sísmico ha acortado los días terrestres en 1,26 microsegundos.  Pero aún más impresionante es que, según los cálculos del equipo de Gross, se habría movido el eje de figura de la Tierra. Pudo haberse desviado en 2,7 millar segundos, esto es unos 8 centímetros.

Gross explicó que aunque el terremoto sucedido en Sumatra en el año 2004 - y que fue de 9,1 grados - no afectó tanto como el de Chile, se debió a la localización del mismo (cerca del Ecuador). En cambio en Chile ocurrió en latitudes medias por lo cual puede haber tenido mayor impacto en el desvío del eje de figura.

Además hay una falla geológica en donde ocurrió el terremoto en Chile, la misma penetra la Tierra en un ángulo levemente pronunciado, lo suficiente para mover con más efecto la masa terrestre.



La Tierra no es una esfera perfecta. Los continentes y los océanos se distribuyen de manera desigual en todo el planeta. Hay más tierra en el norte, más agua en el sur, un gran océano en el oeste, y así sucesivamente. Como resultado de estas asimetrías, la Tierra se bambolea lentamente mientras gira. El eje de la figura es el eje de la Tierra de balance de masa, y el eje de giro se tambalea alrededor.

Un eje de cambio de la figura no es nada nuevo. Por su propia cuenta, la figura del eje se mueve alrededor de 10 centímetros por año como resultado de la "Edad de Hielo de rebote"... Después del último período glacial gran hace unos 11.000 años, muchas de las capas de hielo pesado desaparecido. Esta descarga de la corteza y el manto de la Tierra, permitiendo que el planeta para relajarse o "rebote" de nuevo en una forma más esférica. El proceso de rebote todavía está en marcha y así la figura del eje, naturalmente se mueve. El terremoto de Chile puede haber movido el eje de la figura tanto en cuestión de minutos, ya que normalmente se mueve en un año. Fue un cambio verdaderamente sísmico ningún retruécano previsto.

"No hemos medido realmente el cambio", dice Gross. "But I intend to give it a try." "Pero tengo la intención de darle una oportunidad."   "Uso de una red mundial de receptores GPS, podemos controlar la rotación de la Tierra con gran precisión", dice. ““Cambios en la rotación de la Tierra y la orientación de los ejes de la Tierra afecta a [la fase y el calendario de] las señales que recibimos de los satélites en órbita de la Tierra".

El GPS ya se utiliza para monitorear los cambios estacionales en la rotación de la Tierra. Resulta que las mareas, vientos, corrientes oceánicas y patrones de circulación en el núcleo fundido de la Tierra modular la rotación de la Tierra sobre una base regular. Por ejemplo, un día típico en enero es de cerca de 1 milisegundo más de un día típico en junio. Los aproximadamente seis meses la variación se debe principalmente por los vientos estacionales, también hay cambios en las escalas de tiempo de semanas, años, décadas y siglos.

Noticias recientes se han centrado en la longitud de la Tierra de día, señalando que el terremoto de Chile podría haber acortado días hasta unos 1,26 microsegundos de 24 horas. Pero también es insignificante en comparación con el efecto normal de viento y las mareas, que pueden alargar o acortar los días de mil veces más que los terremotos pueden.

La verdadera noticia es el posible cambio en el eje de la figura de la Tierra. Él tiene un muy "perspectiva de JPL" sobre el tema: "Las antenas que utilizamos para rastrear la nave espacial en ruta hacia Marte y otros lugares se encuentran en la Tierra. Si nuestra plataforma de seguimiento de los cambios, necesitamos saber sobre él”.

Nadie ha medido un cambio en el eje debido a un terremoto antes de la Tierra. En 2004, Gross buscó un cambio de la magnitud de 9,1 del terremoto en Sumatra, pero no logró encontrar una señal. El terremoto de Sumatra fue menos eficaz en la modificación de la figura del eje de la Tierra debido a su ubicación cerca del ecuador y la orientación de la falla de base. El terremoto de Chile, aunque más débil, puede haber producido un mayor desplazamiento.

El escenario está listo para el descubrimiento."El poder de computación está en su punto más alto. Nuestros modelos de mareas, vientos y las corrientes oceánicas nunca han sido mejores. Y la orientación de la falla de Chile a favor de una señal más fuerte."

Los Misteriosos Agujeros de China


¿Qué sucedería si en 2012 no pasa nada? O sea, ¿todos los científicos que arrimaron alguna versión están locos? ¿El Anciano Maya es otro desquiciado? ¿Yo mismo ando mal de la cabeza?

Pues puede pasar que no suceda nada, pero eso no implica que debamos quedarnos con los brazos cruzados.

Si no es en 2012, puede ser en 2013, o bien, mañana mismo. La vida, - para el que todavía no se dio cuenta – es totalmente imprevisible. ¿Cuánta arrogancia debería tener para marcar una fecha yo? Muchísima.

Por eso siempre he dicho que lo mío es como el trabajo del meteorólogo. Doy un pronóstico, me juego a que ese pronóstico es acertado, pero siempre ofrezco la chance de que esté inconcluso o incorrecto. No soy adivino. Sólo informo y alerto.

El contador  es como el pronóstico del diario que sale en la página de atrás: intenta indicar si lloverá o no lloverá, pero puede ser que no sea necesario paraguas. Así y todo se agradece cuando nos salva de un chapuzón.
 
No olvidemos algo. Más allá de los posibles Tsunamis, estallidos de volcanes y sismos bestiales, existe algo con lo que tenemos que lidiar y no lo queremos notar: el propio ser humano.

Es el mayor responsable de las desdichas y de la injusticia en el mundo. Todavía no alcanzamos la madurez tecnológica para hacer lo que debemos hacer. Por tal razón, fotos como la que vemos debajo la seguiremos viendo mientras no cambiemos. Eso nos dirige irremediablemente a un 2012.

¿Y qué hay con los agujeros de China? Pues evidencias más de que no todo lo que está en la superficie es sólido y duradero. Estos hechos nos deben llamar la atención de algo importante: que la Tierra es un organismo que debemos cuidar. Y que somos sólo huéspedes de la misma. Podría decir que a veces nos comportamos como "Liendres" de la Tierra.

viernes, 11 de junio de 2010

EL POPOL VUH



Primera página del manuscrito del Popol Vuh, guardado en la Biblioteca Newberry, Chicago, Colección Ayer.

De los términos en idioma quiché: Popol - reunión, comunidad, casa común, junta y Vuh que significa libro.

El Popol Vuh o Popol Wuj (El nombre quiché se traduciría como: "Libro del Consejo" o "Libro de la Comunidad"), es una recopilación de varias leyendas de los quiché (k'iché), un pueblo de la civilización Maya que ocupó partes de Guatemala y de Honduras. Más que un sentido histórico, el libro tiene valor e importancia en el plano religioso; de hecho, se le ha llamado el Libro Sagrado o la Biblia de los mayas k'iche's.

Es una narración que trata de explicar o contar de alguna manera el origen del mundo, la civilización y los diversos fenómenos que ocurren en la naturaleza.
           


Historia del Popol Vuh

Se desconoce la existencia de una versión original del Popol Vuh, según Delia Goetz: "Deberíamos suponer que sería un libro de pinturas con jeroglíficos que los sacerdotes interpretaban al pueblo para mantener vivo el conocimiento del origen de su raza y los misterios de su religión.". Según Fray Francisco Ximénez la primera versión escrita fue elaborada en lengua Quiché utilizando caracteres del alfabeto latino a mediados del siglo dieciséis. Según él dicha versión permaneció oculta hasta 1701, cuando los mayas quiché de la comunidad de Santo Tomás Chuilá (hoy Chichicastenango, Guatemala) le mostraron la recopilación de sus historias y mitología.

Se desconoce el nombre del autor de esta primera versión pero Fray Francisco Ximénez, al notar la importancia del documento, decidió traducir el texto al idioma español, asegurando la fidelidad del escrito. Su versión está estructurada en 2 columnas, en una estaba la versión quiché; y en la otra la traducción de Ximénez. La primera versión fue una traducción demasiado literal y resultó muy confusa y oscura. Luego escribió una segunda versión menos literal que incluyó en su "Historia de la Provincia de Santo Vicente de Chiapa y Guatemala" que terminó en 1722.

Los trabajos de Ximénez permanecieron archivados en el Convento de Santo Domingo hasta 1830 cuando fueron trasladados a la Universidad de San Carlos de Guatemala. En 1854 fueron encontrados por el austriaco Dr. Charles Scherzer, quien en 1857 la publicó en Viena bajo el título primitivo "Las Historias del origen de los indios de esta provincia de Guatemala".

El sacerdote y misionero Charles Étienne Brasseur de Bourbourg sustrajo el escrito original de la universidad, lo llevó a Europa y lo tradujo al francés. En 1861 publicó un volumen bajo el título de "Popol Vuh, Le livre Sacré et les mythes de l'antiquité Américaine". Él fue quién le dio el nombre.

El libro original fue vendido al coleccionista Alfonso Pinart, más tarde su viuda lo vendió a su vez al etnólogo Otto Stoll, posteriormente fue comprado por Edward E. Ayer, quién lo devolvió a América. Actualmente la primera traducción de Ximénez al castellano, y su "Manuscrito de Chichicastenango" se encuentran en la Biblioteca Newberry, en Chicago, Estados Unidos. El facsimilar del manuscrito está disponible en la edición online hecha en colaboración por la Biblioteca Newberry y las Bibliotecas de The Ohio State University, en un proyecto dirigido por el Dr. Carlos M. López (http://library.osu.edu/sites/popolwuj/). El facsimilar también se puede acceder desde el sitio Archivos del Popol Wuj y las culturas mayas (http://mayanarchives-popolwuj.osu.edu), en el que además se incluyen documentos y materiales relacionados al manuscrito.

La localidad de Santa Cruz del Quiché, fue fundada por los españoles que sustituyeron a Q’umar Ka’aj, la capital del reino k’iche’. Juan de Rojas y Juan Cortés, aparecen citados en el libro como los últimos integrantes de la generación de los reyes k'iche'.
Originalidad del Popol Vuh como texto maya

Muchos de los estudiosos aceptan que fue escrito por los mayas en la época prehispánica y que contiene mitos originalmente contados. Para ello algunos arqueólogos se han esforzado en encontrar las narraciones del Popol Vuh en las estelas mayas del período prehispánico, otros aseguran que fue escrito en lengua maya con caracteres latinos con base en la tradición oral, pero dado que el texto de Ximénez procede de la época colonial algunos niegan esos orígenes.

Estudiosos como René Acuña han puesto en duda que el contenido reflejado en el Popol Vuh sea realmente maya, pues señala: «[...] el Popol Vuh es un libro diseñado y ejecutado con conceptos occidentales. Su unidad de composición es tal, que da pie para postular un solo recolector de las narraciones. Y no parece que éste haya sido un autodidacta espontáneo nativo, que se puso a redactar las memorias de su nación». Se debe tener en cuenta que el libro fue utilizado para evangelizar a los indios en su momento.

Para apoyar esta teoría se basa en ciertos errores de transcripción que comete Ximénez al trasladar el texto, lo cual revela su desconocimiento de la lengua quiché. Señala categóricamente Acuña: «Si la fidelidad con que Ximénez copió y tradujo el texto quiché fuera el criterio para establecer la autenticidad del Popol Vuh, habría, de inmediato, que declararlo falso. [...] Enumerar a detalle todos los desfiguros que Ximénez introdujo podría justificar un trabajo de páginas cuyo número no se puede cuantificar. [...] Ante la imposibilidad de efectuar aquí un examen pormenorizado de las traducciones que hizo Ximénez del Popol Vuh, tendré que limitarme a decir que son desiguales y muy infieles, y que el fraile omitió traducir un elevado porcentaje del texto. Mi apreciación se basa en el minucioso análisis comparativo que he realizado de las primeras 1180 líneas del Popol Vuh con las dos versiones españolas de fray Francisco. Pero mi intención no está dirigida a desacreditar la competencia lingüística de este religioso, sino a hacer manifiesto que, con el escaso conocimiento de la lengua quiché que poseía, resulta natural que haya desfigurado la obra al copiarla». Al poner en duda la capacidad de Ximénez de manejar la lengua mayense se abren una serie de interrogativas: ¿qué tan seguros podemos estar de que el Popol Vuh es un texto original maya si solo tenemos actualmente la versión de Ximénez?

Es posible abrir cuestionamientos acerca de la existencia de un libro original de procedencia prehispánica. O bien que fue escrito apoyados en la tradición oral. Su muy cercana analogía con el Génesis de la Biblia hace pensar que su escritura estuvo dirigida por frailes cristianos. Así mismo, la aparición de las genealogías que se extienden hasta la época colonial hace imposible que el original que copió Ximénez pertenezca al período prehispánico.

Contenido del Popol Vuh

I. Creación referida

1. Los dioses crean el mundo, crean los valles y las montañas.
2. Los dioses crean a los animales, pero ya que no los alaban los condenan a comerse unos a otros.
3. Los dioses crean a los seres de barro, los cuales son frágiles e inestables y no logran alabarlos.
4. Los dioses crean a los primeros seres humanos de madera, éstos son imperfectos y carentes de sentimientos.
5. Los dioses destruyen los primeros seres humanos, los cuales se convierten en monos.
6. Los dioses Gemelos Hunahpú e Ixbalanqué destruyen al arrogante ser Vucub-Caquix, y luego a sus hijos Zipacná y Cabracán.

II. Historias de Hunahpú e Ixbalanqué

1. Ixpiyacoc e Ixmucane engendran dos hermanos.
2. Hun-Hunahpú y Xbaquiyalo engendran a los "gemelos mono" Hun-Batz y Hun-Chouen.
3. Xibalbá mata a los hermanos Hun Hunahpú y Vucub Hunahpú, colgando la cabeza de Hun-Hunahpú en un árbol.
4. Hun Hunahpú y Ixquic engendran a los "héroes gemelos" Hunahpú e Ixbalanqué (la cabeza de Huh Hunahpu escupe a la mano de Xquic, embarazándola).
5. Nacen los héroes gemelos y viven con su madre y su abuela paterna Ixmucane, compitiendo con sus medios hermanos Hun-Batz y Hun-Chouen.
6. Los "Héroes Gemelos" derrotan a Xibalbá, casa de la penumbra, los cuchillos, el frío, el jaguar, el fuego y los murciélagos.

III. Creación de los hombres de Maíz. Descripción de comunidades

1. Los primeros cuatro hombres reales son creados: Balam-Quitzé, el segundo Balam-Acab, el tercero Mahucutah y el cuarto Iqui-Balam.
2. Las primeras cuatro mujeres son creadas.
3. Tribus descendientes. Hablan el mismo lenguaje y viajan a Tulan-Zuiva.
4. El lenguaje de las tribus se confunde y éstas se dispersan.
5. Tohil es reconocido como un dios y exige sacrificios humanos.

IV. Listado de generaciones

1. Tohil convence a los señores de la tierra a través de sus sacerdotes pero su dominio destruye el Quiché.

Fragmentos

I. Creación del Mundo y los Primeros Intentos por crear a los Hombres

El Popol Vuh relata la inexistencia del mundo hasta que el creador y formador decidió generar la vida. La intención era que sus propias creaciones le pudieran hablar y agradecer por la vida. Primero crearon la Tierra, después los animales y, finalmente, los hombres. Éstos fueron inicialmente hechos de barro, pero como el intento fracasó, el Gran creador y formador decidió extraerlos de la madera. Una vez constituidas otras tantas familias, el creador y formador, temeroso de que a sus criaturas pudiera tentarlas la idea de suplantarlos en sabiduría, disminuyó la vista e inteligencia de los ocho.

La Creación según el Popol Vuh

Ésta es la relación de cómo todo estaba en suspenso, todo en calma, en silencio; todo inmóvil, callado, y vacía la extensión del cielo.

Ésta es la primera relación, el primer discurso. No había todavía un hombre, ni un animal, pájaros, peces, cangrejos, árboles, piedras, cuevas, barrancas, hierbas ni bosques: sólo el cielo existía.

No se manifestaba la faz de la tierra. Sólo estaban el mar en calma y el cielo en toda su extensión. No había nada junto, que hiciera ruido, ni cosa alguna que se moviera, ni se agitara, ni hiciera ruido en el cielo. No había nada que estuviera en pie; sólo el agua en reposo, el mar apacible, solo y tranquilo. No había nada dotado de existencia.

Solamente había inmovilidad y silencio en la oscuridad, en la noche. Sólo el Creador, el Formador, Tepeu, Gucumatz, los Progenitores, estaban en el agua rodeados de claridad. Estaban ocultos bajo plumas verdes y azules.

Llegó aquí entonces la palabra, vinieron juntos Tepeu y Gugumatz, en la oscuridad, en la noche, y hablaron entre sí Tepeu y Gugumatz. Hablaron, pues, consultando entre sí y meditando; se pusieron de acuerdo, juntaron sus palabras y su pensamiento. Entonces se manifestó con claridad, mientras meditaban, que cuando amaneciera debía aparecer el hombre. Entonces dispusieron la creación y crecimiento de los árboles y los bejucos y el nacimiento de la vida y la claridad en acción del hombre. Se dispuso así en las tinieblas y en la noche por el Corazón del Cielo, que se llama Huracán.

El primero se llama Caculhá Huracán. El segundo es Chipi-Caculhá. El tercero es Raxa-Caculhá. Y estos tres son el Corazón del Cielo.

Entonces vinieron juntos Tepeu y Gugumatz; entonces conferenciaron sobre la vida y la claridad, cómo se hará para que aclare y amanezca, quién será el que produzca el alimento y el sustento.

-¡Hágase así! ¡Que se llene el vacío! ¡Que esta agua se retire y desocupe el espacio, que surja la tierra y que se afirme! Así dijeron. ¡Que aclare, que amanezca en el cielo y en la tierra! No habrá gloria ni grandeza en nuestra creación y formación hasta que exista la criatura humana, el hombre formado. Así dijeron.

Luego la tierra fue creada por ellos. Así fue en verdad como se hizo la creación de la tierra:
- ¡Tierra!, dijeron, y al instante fue hecha.

Como la neblina, como la nube y como una polvareda fue la creación, cuando surgieron del agua las montañas; y al instante crecieron las montañas.

Solamente por un prodigio, sólo por arte mágica se realizó la formación de las montañas y los valles; y al instante brotaron juntos los cipresales y pinares en la superficie.
Y así se llenó de alegría Gugumatz, diciendo:
-¡Buena ha sido tu venida, Corazón del Cielo; tú, Huracán, y tú, Chípi-Caculhá, Raxa-Caculhá!

-Nuestra obra, nuestra creación será terminada, contestaron.

Primero se formaron la tierra, las montañas y los valles; se dividieron las corrientes de agua, los arroyos se fueron corriendo libremente entre los cerros, y las aguas quedaron separadas cuando aparecieron las altas montañas.

Así fue la creación de la tierra, cuando fue formada por el Corazón del Cielo, el Corazón de la Tierra, que así son llamados los que primero la fecundaron, cuando el cielo estaba en suspenso y la tierra se hallaba sumergida dentro del agua...

De esta manera se perfeccionó la obra, cuando la ejecutaron después de pensar y meditar sobre su feliz terminación.

Luego hicieron a los animales pequeños del monte, los guardianes de todos los bosques, los genios de la montaña, los venados, los pájaros, leones, tigres, serpientes, culebras, cantiles (víboras), guardianes de los bejucos.

Y dijeron los Progenitores:

-¿Sólo silencio e inmovilidad habrá bajo los árboles y los bejucos? Conviene que en lo sucesivo haya quien los guarde.

Así dijeron cuando meditaron y hablaron enseguida. Al punto fueron creados los venados y las aves. En seguida les repartieron sus moradas los venados y a las aves:

-Tú, venado, dormirás en la vega de los ríos y en los barrancos. Aquí estarás entre la maleza, entre las hierbas; en el bosque os multiplicaréis, en cuatro pies andaréis y os tendréis. Y así como se dijo, así se hizo.

Luego designaron también su morada a los pájaros pequeños y a las aves mayores:

-Vosotros, pájaros, habitaréis sobre los árboles y los bejucos, allí haréis vuestros nidos, allí os multiplicaréis, allí os sacudiréis en las ramas de los árboles y de los bejucos. Así les fue dicho a los venados y a los pájaros para que hicieran lo que debían hacer, y todos tomaron sus habitaciones y sus nidos.

De esta manera los Progenitores les dieron sus habitaciones a los animales de la tierra.

Y estando terminada la creación de todos los cuadrúpedos y las aves, les fue dicho a los cuadrúpedos y pájaros por el Creador y Formador y los Progenitores:

-Hablad, gritad, gorjead, llamad, hablad cada uno según vuestra especie, según la variedad de cada uno. Así les fue dicho a los venados, los pájaros, leones, tigres y serpientes.

-Decid, pues, nuestros nombres, alabadnos a nosotros, vuestra madre, vuestro padre. ¡Invocad, pues, a Huracán, Chipi-Caculhá, Raxa-Caculhá, el Corazón del Cielo, el Corazón de la Tierra el Creador, el Formador, los Progenitores; hablad, invocadnos, adoradnos!, les dijeron.

Pero no se pudo conseguir que hablaran como los hombres; sólo chillaban, cacareaban y graznaban; no se manifestó la forma de su lenguaje, y cada uno gritaba de manera diferente.
Cuando el Creador y el Formador vieron que no era posible que hablaran, se dijeron entre sí:

-No ha sido posible que ellos digan nuestro nombre, el de nosotros, sus creadores y formadores. Esto no está bien, dijeron entre sí los Progenitores. Entonces se les dijo:

-Seréis cambiados porque no se ha conseguido que habléis. Hemos cambiado de parecer: vuestro alimento, vuestra pastura, vuestra habitación y vuestros nidos los tendréis, serán los barrancos y los bosques, porque no se ha podido lograr que nos adoréis ni nos invoquéis. Todavía hay quienes nos adoren, haremos otros seres que sean obedientes. Vosotros, aceptad vuestro destino: vuestras carnes serán trituradas. Así será. Ésta será vuestra suerte. Así dijeron cuando hicieron saber su voluntad a los animales pequeños y grandes que hay sobre la faz de la tierra.

Así, pues, hubo que hacer una nueva tentativa de crear y formar al hombre por el Creador, el Formador y los Progenitores.

-¡A probar otra vez! Ya se acercan el amanecer y la aurora; ¡hagamos al que nos sustentará y alimentará! ¿Cómo haremos para ser invocados para ser recordados sobre la tierra? Ya hemos probado con nuestras primeras obras, nuestras primeras criaturas; pero no se pudo lograr que fuésemos alabados y venerados por ellos. Probemos ahora a hacer unos seres obedientes, respetuosos, que nos sustenten y alimenten. De este modo hicieron a los seres humanos que existen en la tierra.

Los dioses gemelos: Hunahpú e Ixbalanqué

El Popol Vuh también relata las hazañas de los dioses gemelos: Hunahpú e Ixbalanqué, que descendieron a Xibalbá (inframundo) y vencieron a los Ajawab, y se convirtieron en el Sol y la Luna. He aquí un fragmento de la historia de su nacimiento:

Cuando llegó el día de su nacimiento, dio a luz la joven que se llamaba Ixquic; pero la abuela no los vio cuando nacieron. En un instante fueron dados a luz los dos muchachos llamados Hunahpú e lxbalanqué. Allá en el monte fueron dados a luz.

Luego llegaron a la casa, pero no podían dormirse.

-¡Anda a botarlos afuera!, dijo la vieja, porque verdaderamente es mucho lo que gritan. Y en seguida fueron a ponerlos sobre un hormiguero. Allí durmieron tranquilamente. Luego los quitaron de ese lugar y los pusieron sobre las espinas.

Ahora bien, lo que querían Hunbatz y Hunchouén era que murieran allí mismos en el hormiguero, o que murieran sobre las espinas. Deseábanlo así a causa del odio y de la envidia que por ellos sentían Hunbatz y Hunchouén.

Al principio se negaban a recibir en la casa a sus hermanos menores; no los conocían y así se criaron en el campo. Hunbatz y Hunchouén eran grandes músicos y cantores; habían crecido en medio de muchos trabajos y necesidades y pasaron por muchas penas, pero llegaron a ser muy sabios. Eran a un tiempo flautistas, cantores, pintores y talladores; todo lo sabían hacer.

Tenían noticia de su nacimiento y sabían también que eran los sucesores de sus padres, los que fueron a Xibalbá y murieron allá. Grandes sabios eran, pues Hunbatz y Hunchouén y en su interior sabían todo lo relativo al nacimiento de sus hermanos menores. Sin embargo, no demostraban su sabiduría, por la envidia que les tenían, pues sus corazones estaban llenos de mala voluntad para ellos, sin que Hunahpú e lxbalanqué los hubieran ofendido en nada.

Estos últimos se ocupaban solamente de tirar con cerbatana todos los días; no eran amados de la abuela ni de Hunbatz, ni de Hunchouén. No les daban de comer; solamente cuando ya estaba terminada la comida y habían comido Hunbatz y Hunchouén, entonces llegaban ellos, Pero no se enojaban, ni se encolerizaban y sufrían calladamente, porque sabían su condición y se daban cuenta de todo con claridad. Traían sus pájaros cuando venían cada día, y Hunbatz y Hunchouén se los comían, sin darle nada a ninguno de los dos, Hunahpú e lxbalanqué.

La sola ocupación de Hunbatz y Hunchouén era tocar la flauta y cantar.


El Popol Vuh o Pop Wuj
(Libro del Común o Libro del Consejo)

"Sin Bernal Díaz del Castillo, Rafael Landívar, Antonio José de Irisarri, José Batres Montúfar, José Milla; sin Enrique Gómez Carrillo, sin Miguel Ángel Asturias, sin la obra de los guatemaltecos indios, antes que nada con el Popol Vuh y demás creaciones, estaríamos en cueros. Todavía a los dioses indígenas los llamamos ídolos."

Luis Cardoza y Aragón. Miguel Ángel Asturias: casi novela. México: Ediciones Era, 1991.
En 1492 llegaron los españoles a lo que hoy es Cuba. En 1524 llegaron a las tierras que hoy son Guatemala. Junto con los Conquistadores llegaron varios sacerdotes, quienes en su afán de convertir a los indígenas a la "verdadera" religión destruyeron cuanto hubiera que pudiera tener alguna conexión a las religiones precolombinas: templos, dioses, bibliotecas enteras de códices. Aunque cabe resaltar que muchos códices se destruyeron mucho antes de la llegada de los españoles a América, ya que el amate, el material con que se construían los códices, difícilmente podían sobrevivir a la inclemencia del tiempo y del clima del trópico, es innegable la destrucción perpetrada por los españoles, siendo tal que de los códices mayas solamente quedan cuatro en el mundo. Uno de los tantos códices quemados posiblemente haya sido el mismo Popol Vuh. Esta incertidumbre de mi parte es porque los orígenes del Popol Vuh están rodeados del enigma. Lo que sí sabemos es que el Popol Vuh como lo conocemos fue escrito un poco después de la Conquista en el idioma quiché con auxilio del alfabeto castellano por uno o varios  indígenas cristianizados, muy posiblemente miembros de la derrotada realeza quiché. Algunos estudiosos han creído identificar a uno de estos posibles autores con un indígena llamado Diego Reynoso, aunque toda hipótesis sobre la autoridad del Popol Vuh es muy tenue. Este Popol Vuh seguramente fue una copia que el autor o autores transcribieron de un original, ya sea uno que tenían a la vista y en su poder, o lo transcribieron de memoria; lo único que quedaba de los miles de códices que se perdieron en el humo cristiano. En cuanto al año en que fue redactado, algunos estudiosos  lo datan entre 1554 y 1558, habiendo sido redactado en la antigua capital de los quichés, Gumarkaaj (Utatlán), hoy Santa Cruz del Quiché, o en Chuilá (Chichicastenango), pueblo a donde se desplazó los residuos de la elite quiché luego de la derrota por el Conquistador Pedro de Alvarado.

Casi 200 años después, en 1701, un sacerdote de la orden de los dominicos llegó al pueblo de Santo Tomás Chuilá como párroco. Santo Tomás Chuilá es más conocido hoy día como Chichicastenango. El sacerdote se llamaba Francisco Ximénez y era natural de Écija, Andalucía, España. El Padre Ximénez era una rareza entre los sacerdotes; desde su llegada a Chuilá el Padre Ximénez demostró su admiración, amor y respeto hacia la cultura indígena por su actitud y al aprender varios idiomas indígenas. Esta actitud de parte del Padre Ximénez inspiró confianza entre los principales personajes indígenas de Chuilá, quienes en gratitud concedieron enseñarle un libro que estaba en su posesión y que había sido escrito un poco después de la Conquista: el Popol Vuh. El Padre Ximénez vio el original e hizo una transcripción del manuscrito del quiché al quiché y una traducción del quiché al español. Nos dice Ximénez:
 
No hay duda que por la grande falta de noticias, por haberlas ellos ocultado y haberse ocultado sus libros... y así determiné el trasuntar de verbo adverbum todas sus historias como las traduje en nuestra lengua Castellana de la lengua Quiché en que las hallé escritas desde el tiempo de la conquista... e indagando yo este asunto, estando en el Curato de Santo Tomás Chichicastenango, hallé que era la Doctrina que primero mamaban con la leche y que todos ellos casi lo tienen de memoria y descubrí que de estos libros tenían muchos entre sí... he determinado poner aquí y trasladar todas sus historias, conforme ellos las tienen escritas...

Esta es la copia del Popol Vuh que ha llegado hasta nosotros; el manuscrito quiché escrito en caracteres latinos en el siglo XVI no se ha vuelto a ver. Es posible que Ximénez lo haya devuelto a sus dueños originales y que aún exista en algún lugar de las montañas guatemaltecas, pero como mucho del Popol Vuh, es posible que nunca lo sepamos.

Hay varias traducciones del Popol Vuh del idioma quiché a otros idiomas. Varios estudiosos declaran que la mejor traducción es la de Adrián Recinos, que es la misma que usé aquí. Los mismos especialistas declaran que hay una necesidad imperante por hacer una mejor traducción del Popol Vuh. El Popol Vuh se puede distinguir en tres partes. La primera es la descripción de la creación y del origen de los hombres. A diferencia de la Biblia, tomó tres intentos para crear a los hombres, y fue hasta el cuarto (número importante en la cosmogonía maya: cuatro fueron los hombres creados), cuando los dioses decidieron hacer al hombre de maíz, que los dioses lo lograron. La segunda parte se refiere a un tiempo anterior a la creación de los hombres, y trata sobre las aventuras míticas de los dioses gemelos Hunahpú e Ixbalamqué. La última y tercera parte es histórica. Relata la vida del pueblo quiché desde su salida del mítico Tulán hasta los últimos reyes quichés asesinados por las huestes españolas. Las últimas palabras son unas de las más conmovedoras que jamás se hayan escrito en la literatura guatemalteca: "Y esta fue la existencia de los quichés, porque ya no puede verse el [libro Popol Vuh] que tenían antiguamente los reyes, pues ha desaparecido. Así pues, se han acabado todos los del Quiché, que hoy se llama Santa Cruz."

El cuadro en el mapa de la izquierda señala la ubicación geográfica donde fue redactado el Popol Vuh. El mapa a la derecha muestra el área de una forma más detallada.

viernes, 4 de junio de 2010

EL FUEGO NUEVO




En el Códice Borbónico El estilo pictoglífico denota su autenticidad indígena lo allí pintado se refiere verosímilmente al FUEGO NUEVO en el año 2 caña correspondiente al de 1507. El texto en Náhuatl, escrito con el alfabeto, que guarda estrecha relación con las imágenes y glifos de dicha pagina del Códice Florentino, que es la recopilación de Fray Bernardino de Sahagún. En la banda superior se encuentran tres elementos del Códice Borbónica la fecha 2-Acatl (2-Caña); a su derecha se ve un Templo sobre el que se yergue una Bandera, denotando así que se trata de la veintena de días llamada Panquetzaliztli. Delante del templo, dándole la espalada, esta la imagen de Huitzilopochtli cuyo portentoso nacimiento se conmemoraba en la fiesta principal de esa veintena. En el extremo superior derecho aparece el glifo del Huixachtepetl, "El monte que abunda el huisache", o sea, el que hoy se conoce como el CERRO DE LA ESTRELLA. Sobre El glifo del monte están colocados un madero nombrado Teocuahuitl, "árbol o madera divina", sobre el cual aparece, a modo de dardo, el palo conocido como Mamalhuaztli, que al ser frotado sobre el Teocuahuitl, había de encender el fuego

El texto en Náhuatl explica enseguida cómo funcionaba el calendario a lo largo de 4 ciclos de 13 años que integraban su "atadura" y añade que dos de tales ciclos formaban una HUEHUETILIZTLI, "vejes" (104 años). El relato prosigue informando sobre otras cosas que el Códice no registra. Entre ellas como debía descansar al fuego, también como debían deshacerse de sus imágenes de madera que habían tenido durante 52 años anteriores, al igual que las piedras hogar o fogón, y como debía hacerse el barrido para que todo estuviera limpio. Lo que contempla en el Códice lo refiere, más adelante, el texto transvasado al alfabeto. En los bordes izquierdo e inferior de esta página del Códice aparecen Siete Sacerdotes con atavíos de distintos “dioses”. Marchan ellos en procesión llevando en sus manos un haz de teas amarrado con cuerdas y con adornos de papel. Estos sacerdotes se dirigen precisamente al Huixachtepetl, donde no había donde encenderse el FUEGO NUEVO. Conscientes de tan terrible peligro, hombres, mujeres, ancianos y niños estaban a la expectativa. Según el texto, luego de contemplar a los Sacerdotes ataviados como dioses en su procesión rumbo al Huixachtepetl, todo lo gente subía a las azoteas de sus casas para atisbar hasta donde podían, si es que encendían al fin el FUEGO NUEVO. En el Códice como ya se dijo, no se representa a las gentes subidas en las azoteas sino en el momento anterior contemplando la procesión de los Sacerdotes.


Fijándonos ahora en lo que representa en la banda vertical derecha, vemos tres grupos de personas. Puede suponerse que ellas contemplarán tanto la procesión de los Sacerdotes, como más tarde lo que ocurre en la cumbre del Huixachtepetl. El grupo de más arriba se encuentra en su casa y está formado por un hombre y dos mujeres. Todos sostienen en la mano un dardo cual si se aprestaran a defenderse en caso de que no se encendiera el fuego y descendieran bestias feroces a devorarlos. También todos tienen una máscara hecha de una penca de maguey para protegerse y evitar pudieran convertirse en fieras o ratones, de no arder el FUEGO NUEVO. La escena de en medio representa a una mujer embarazada escondida en una troje o cuezcomatl que se halla sobre dos piedras. Enfrente se ve un guerrero con su escudo y macana presto a la defensa. La mujer y el guerrero tienen también listas sus mascaras del mismo material. En la caza de más abajo hay un hombre, dos mujeres y un niño al que se mantiene despierto. El hombre tiene detrás un leño que le servirá para encender el fuego en su casa, una vez que éste haya sido traído desde el monte al Templo Mayor de México-Tenochtitlan

Todos subían al tapanco, todos allí se amontonaban. Nadie permanecía abajo, en la parte inferior, se quedaban en el interior de la casa. Y las mujeres embarazadas se ponían máscaras hechas de pencas de maguey y las llevan consigo. Y colocaban a estas mujeres en las trojes porque eran vistas con temor. Se decía que si el fuego no se prendía, ellas devorarían a la gente, se transformarían en fieras. Y también a los niños les ponían máscaras. Nadie podía dormir o cerrar o semicerrar sus ojos. Sus madres, sus padres los despertaban, los tenían despiertos, picándolas, agitándolos, gritándoles......porque, si se dormían, se convertían en ratones. Por esto sólo se atendía, había expectación, todos miraban, tenía vuelta su cara hacia la cumbre del Huixachtecatl. Todos estaban atentos, esperaban hasta que llegaba el momento que llegaba el momento en que el fuego pudiera encenderse, brotar, brillara....... Añade el texto que cuando ello ocurría, se contemplaba de lejos, desde gran distancia podía verse. Entonces todos practicaban autosacrificio, haciéndose cortaduras en las orejas. Dato de mucha importancia-no registrado en el Códice pero sí en otros como la página 46 del Códice Borbónico, El texto de Sahagún describiendo precisamente cómo se obtenía el FUEGO NUEVO:

Ic coneltetequi in ielpan ontlequauhtlaxoc, conelcoionia in malli, ica tecpatl, itoca ixquaoac. Así abrían el pecho del cautivo, allí se encendía el FUEGO NUEVO. Abrían el pecho del cautivo con un cuchillo de pedernal llamado ixquahuac, "el que tiene frente". Volviendo a la página del Códice Borbónico, encontramos que numerosas huellas de pies descienden desde el Huixachtecatl y llegan a donde se halla un edificio que ocupa la parte central del conjunto. Es esta una representación de una parte del Templo Mayor de México-Tenochtitlan. En el hay un suntuoso brasero situado arriba de la escalinata y dentro de una construcción que lo enmarca con sus jambas y dintel, todo pintado de negro y con su especie de cruces blancas. Según la interpretación de Del Paso y Troncoso, denota: "que aquí tenemos una tlillan calli", "casa de negrura", LUGAR DE RETIRO Y MEDITACIÓN.

Cuatro Sacerdotes, que por sus atavíos muestran ser los dedicados al culto de Mictlantecuhtli, Señor de la región de los muertos, aparecen con sus haces de teas. Arriba, dos de ellos encienden el brasero con el fuego que han traído desde el Huixachtécatl. Abajo, los otros dos están como en espera de encender sus teas para llevar luego el FUEGO NUEVO a otros templos. En particular menciona el texto recogido por Fray Bernardino cómo se llevaba primeramente al Templo Mayor, allí donde estaba el tlecuazco o gran brasero.

La oralidad que, al comentar imágenes y glifos del Códice, amplia y enriquece lo que allí se expresa, quedó al fin transvasada en escritura alfabética cuando Fray Bernardino de Sahagún y sus estudiantes indígenas escucharon el relato en Náhuatl de los ancianos que aceptaron transmitirlo. Dos dibujos prepararon e incluyeron en el manuscrito que se encuentra en Florencia.